Ya hemos llegado. Todo bien, hemos pasado lo más duro. Son unos benditos. Han sido 17 km, pero hemos subido y bajado mucho, mucho.
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Actualizado)
Este día ya fue muy difícil actualizar nuestro blog por la cobertura, la mala conexión para subir las imágenes y por la falta de tiempo. Aunque el rutómetro indique casi 40 km y una media de más de 7km/h, evidentemente no fue así. Desde Camijanes, donde hicimos noche, nos trasladamos en autobús hasta Cades y visitamos la Ferrería y el Molino. Más tarde continuamos el viaje en autocar hasta Cicera, ya que el camino es una carretera sin arcenes, estrecha y muy peligrosa para los caminantes. Este es el único trayecto de la ruta que no se hace caminando y es exclusivamente por seguridad.
Tras desayunar fuerte para afrontar el etapón de hoy gracias a La Vegana, Dromedario y sobaos Vega
de Pas marchamos a Cades. Allí nos recibieron como siempre magníficamente. Rebeca y Mariana que nos mostraron la importancia del agua en aquella zona. Nos enseñaron y pusieron en funcionamiento ambos ingenios hidráulicos: ferrería y molino.
Tras la visita a la ferrería, hicimos una breve parada en Lafuente. Otro lugar donde el agua moldeó la vida del pueblo, pero donde además admiramos la bonita iglesia románica de Santa Juliana. El enigma de los cabezones de Lamasón ("CtTS PSN QE NO BUELBEN Año DE 1625") puso fin a nuestra visita a Lafuente.
En el precioso pueblo de Cicera iniciamos la ruta caminando. Hoy pasaremos del valle de Peñarrubia a Liébana. Todos con pantalón largo, al menos en la primera parte. Comenzamos siguiendo la ribera del arroyo Cicera para ir ganando altura entre helechos y hierbas altas. Poco a poco el bosque, primero de avellanos y castaños, dejaría paso a enormes hayas que conforman un rincón escondido, de una gran belleza y de una dureza progresiva. La sombra desaparece y la
vegetación cambia. Los imponentes hayas de la parte húmeda de la montaña dejan posición a los robles en la zona lebaniega. El largo descenso entre encinas no conseguirá ya aliviar el enorme calor de este día. Pero, en Lebeña nos espera el habituallamiento, Judith, como siempre, nos tiene ya preparados los bocatas, piña, sandía y agua para recuperar.
Por si era poco, falta el último arreón para llegar a Cabañes. Lebeña está a apenas 250m sobre el nivel del mar y Cabañes a los pies de los picos de Europa lo "colocaron" a 600 msnm. Allá que nos fuimos por la garganta del río Robejo disfrutando de las maravillas del paisaje que alberga: bosque de galería, cascadas y alcornoques en su parte final.
Os podemos asegurar que no ha sido una etapa, ha sido un etapón precioso y duro donde los haya Los chicos han estado geniales, ¡cómo caminan los 51! No dejan de sorprendernos. Al llegar, seguimos con la mala suerte de las piscinas y aunque tenía poco agua muchos de ellos se remojaron.
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